El movimiento es el ungüento que lubrica las articulaciones
Cuando tenemos dolor en las articulaciones, el primer instinto que nos llega es sentarnos y acostarnos. Este tipo de dolor, considerado como una de las molestias más incómodas, ya sea por lesiones o por desgaste, provoca que muchas personas desistan de hacer ejercicio.
Pero la práctica médica indica que la actividad ayuda a mejorar el dolor y la movilidad. Además, recientes investigaciones revelan que andar es una gran ayuda ante el dolor articular.
Los pacientes que andan con regularidad tienen más posibilidades de reducir los dolores en las rodillas si se comparan con los que no realizan caminata. Estos datos apoyan el hecho de que debemos fomentar el caminar de forma controlada, en pacientes con problemas de articulaciones.
Es por eso que la recomendación que hacemos a los pacientes de hacer ejercicios moderados para modificar la enfermedad y el dolor, cada día más nos arrojan resultados positivos.
Entre esos beneficios están la prevención del dolor y del incremento del mismo; la tonificación de los músculos de las piernas, abdominales y de los brazos si se mueven vigorosamente durante la caminata.
Las caminatas y los programas de ejercicio moderados reducen las condiciones de discapacidad que presentan muchas personas en sus actividades cotidianas, sobre todo si son de la tercera edad. Lo importante es que podemos hacer de las caminatas un excelente hábito a cualquier edad, y así prevenir futuras complicaciones e incapacitación por dolores en las articulaciones y músculos.